Si has invertido 3000 € en bolsa hace un mes y el valor lleva 20 días seguidos bajando en bolsa, piensas:
(*)
Este error es típico del autoengaño y está relacionado con cómo entiende nuestra mente la probabilidad. Veamos un ejemplo con un juego de azar: la probabilidad de que salga rojo o negro en la ruleta es del 50% por lo que tendemos a pensar que de 10 jugadas irán alternando el rojo y el negro… ¿sucede realmente así? Pues ahora apliquemos la misma lógica al mercado y desechemos esas ideas de que ahora le toca subir al valor o ya no puede bajar más…
Este error también corresponde a la categoría del autoengaño y es que nos cuesta reconocer que nos hemos equivocado y buscamos información que apoye y mantenga nuestras decisiones.
Este sesgo corresponde a que somos muy conservadores en las pérdidas con la ilusión de que ya cambiará la tendencia. Si en casa te instalan un grifo nuevo y pierde un poco de agua, no le das mucha importancia pero si ves que cada semana pierde un poco más ¿lo dejas indefinidamente o pones solución? Pues del mismo modo, es importante tener objetivos de inversión y decidir a priori hasta dónde estás dispuesto a perder para evitar este sesgo de nuestra mente.
Imagina que hay 1000 personas atrapadas en un edificio en llamas y te dan a elegir entre estas soluciones. ¿Cuál escoges?
Hayas contestado lo que hayas contestado, el número de personas que salvas es siempre la misma pero parece que la mejor solución es la a porque la forma de presentar la información y las emociones que despiertan ciertos términos influye, sesga nuestras decisiones y nuestro pensamiento. Palabras como salvar y personas tienen una carga emocional fuerte y por eso parece la decisión más acertada. Pues del mismo modo debemos ser cautos al leer ciertos contenidos o interpretar datos. ¿Qué es más atractivo para ti, una inversión de 20.000 euros donde puedes perder 2.000 euros o una inversión de 20.000 euros donde puedes perder el 10%?
Estás pensando en comprar acciones de una compañía ¿qué argumento de los siguientes es con el que te sientes más identificado?
Con este enunciado, nuestra mente añade de manera automática: tanta gente no puede estar equivocada. Este sesgo se enmarca en los errores por influencia social: el mimetismo –que no es otra cosa que copiar la conducta del resto- y el efecto rebaño – que es un mimetismo especial, donde tomamos como referencia a personas que pensamos que tienen más conocimientos que nosotros, sin cotejar realmente si los tienen.
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Este sesgo de representatividad pertenece a cómo procesamos la información y es que ninguna compañía bate y supera indefinidamente sus ganancias y crecimiento año tras año. Nuestro cerebro se encuentra ávido de encontrar patrones y relaciones causales entre los hechos y se obvian por completo conceptos comola regresión a la media y las leyes de la probabilidad.
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Este sesgo combina de nuevo el procesamiento de la información y la influencia social y es que la primera señal de alarma debe ser precisamente ésta: si no se perciben riesgos es que no se han detectado aún, por lo que la inversión puede llevar implícita mayor riesgo aún.
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