Existen buenas prácticas que ayudan a evitar el cansancio o la fatiga en las encuestas, con lo cual, al sentirse nuestros respondentes más involucrados, podremos alcanzar una buena tasa de respuesta con datos confiables. Aquí van nuestros consejos:
1. No te excedas con los envíos
Asegúrate de que no estás sobrecargando a tus respondentes. Que éstos respondan con regularidad las encuestas que les envías no significa que no puedan llegar a cansarse. Realiza un seguimiento de las encuestas que tu organización está llevando a cabo y establece un calendario de envíos para asegurarte de que el mismo respondente no recibe una cantidad excesiva de invitaciones.
2. Comunícate con tus respondentes
Ellos no han diseñado la encuesta; no conocen qué les depararán los próximos minutos realizándola. Esa sensación de incertidumbre puede ser perjudicial si la encuesta es más larga de lo normal o si hay preguntas que requieren mayor tiempo para ser contestadas. A fin de evitar el abandono, lo mejor es comunicar todo lo que sea relevante para el respondente acerca de la encuesta, por ejemplo:
– ¿Por qué está participando en la encuesta?
– Duración aproximada
– Finalidad de la encuesta.
– ¿Qué pasará con la información recogida? (por ejemplo, cuál es tu política de privacidad)
También es recomendable la comunicación según transcurre la encuesta. Aportar un feedbak al respondente a medida que contesta puede crear una agradable sensación de cumplimiento de metas dentro del cuestionario.
Posteriormente, puedes demostrar a tus respondentes la importancia de su esfuerzo comunicándoles las acciones que has emprendido en base a sus respuestas. Aunque parezca evidente, no está de más enviar un correo señalando los cambios llevados a cabo a partir de los resultados de las encuestas.
3. Pónselo fácil a tus respondentes
Para que tus respondentes se sientan involucrados, la encuesta debe ser relevante para ellos. Habrá preguntas que no todos tengan que contestar, por lo cual el uso de lógica condicional y saltos de página en tu encuesta será muy útil para no desesperar a los respondentes, mostrándoles así sólo las preguntas que guarden relación con ellos.
Además de lo anterior, es conveniente que tus encuestas estén adaptadas a dispositivos móviles, con lo cual serán más accesibles y podrás llegar a un público más amplio.
4. Haz las preguntas adecuadas
A menudo se tiene la percepción equivocada de que cuantos más datos se piden, mejores serán los resultados. Un exceso de preguntas aumenta el abandono de la encuesta o propicia que los encuestados contesten de forma rápida y aleatoria para acabar antes, lo que afecta a la fiabilidad de los datos. Plantéate si cada una de las preguntas es absolutamente necesaria y si te aportará información en base a la cual podrás emprender una acción; si no es así, elimínala.
5. Cuida el aspecto de tu encuesta
Las imágenes, los colores y el aspecto general de una encuesta tienen repercusión en sus resultados. La inclusión de imágenes relevantes para la encuesta y otros elementos gráficos agradables a la vista puede incrementar las sensaciones positivas del respondente a lo largo de la encuesta y, por lo tanto, puede llevar a un aumento en el número de cuestionarios finalizados.
Siguiendo estos consejos, tus encuestas resultarán más amenas, lo que te ayudará a incrementar la tasa de respuesta y a obtener datos fiables para la toma de decisiones.
Si quieres que te ayudemos a mejorar el índice de respuesta de tus encuestas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro formulario o escríbenos a soporte@encuesta.com