Puedes pensar que cualquier pregunta de tu encuesta es buena porque te ayuda a obtener información valiosa de tus encuestados. Pero es importante hacer las preguntas correctas. Cuando los encuestados responden una encuesta llena de buenas preguntas, es más probable que tengan una experiencia agradable y finalicen la encuesta. Cuando un encuestado se encuentra con una o varias preguntas incorrectas , es posible que las omita e incluso que haga click para salir de tu encuesta. A continuación te presentamos ejemplos de preguntas incorrectas que debe evitar usar en tu encuesta.
Preguntas principales
Las preguntas principales son interrogantes que utilizan un lenguaje de sesgo para influir en la selección de respuestas de los encuestados. El problema de ellas es que la pregunta puede parecer inocua desde el principio, pero en realidad está buscando cierta respuesta por parte de los encuestados. El sesgo en las encuestas no te dará datos precisos para trabajar cuando tomes tu próxima decisión comercial o estratégica para el mejoramiento de tu empresa, servicio o producto.
Preguntas como ¿Disfrutaste nuestro delicioso milkshake? o ¿Estás satisfecho con el tiempo de envío? puedes verlas en encuestas de satisfacción al cliente cuando se trata de comercios. Para eliminar el sesgo de estas preguntas, realiza preguntas claras y objetivas. Evita usar adjetivos para describir el tema de la interrogante.
Preguntas cargadas
Las preguntas cargadas influyen en la respuesta de los encuestados en función de cómo está redactada la pregunta. Por ejemplo, si tu pregunta es: ¿Dónde te gusta ir a patinar? La pregunta supone que a todos los encuestados les gusta ir a patinar y que saben patinar. Si el encuestado no disfruta patinar o no sabe patinar, no tendrá más remedio que abandonar la encuesta o dar una respuesta inexacta a la pregunta. Por ello debes evitar escribir preguntas como estas para así evitar la deshonestidad en las respuestas de tus encuestados.
Las preguntas cargadas sólo son apropiadas cuando haces primero una pregunta preliminar y luego usas la lógica de omisión o condicional para omitir la respuesta de los encuestados a los que no se aplica la pregunta. Por ejemplo, puedes preguntar, ¿te gusta nadar? En las respuestas, debes asegurarte de que haya una opción para los encuestados que no saben cómo nadar. Si el encuestado responde «sí «, le gusta nadar, puedes dirigirlo a otra pregunta como ¿dónde te gusta nadar?
Preguntas dobles
Este tipo de preguntas en las encuestas obliga a tus encuestados a responder varias preguntas a la vez. Esta no es la forma más inteligente de adquirir datos de calidad. Las preguntas de tu encuesta siempre deben ser una pregunta a la vez para que tengas una respuesta exacta para cada una de las interrogantes. Si haces más de una pregunta, no sabrás por qué tus encuestados respondieron de esa manera o a qué pregunta se referían.
Un ejemplo de preguntas dobles puedes verlo en las encuestas de satisfacción al cliente de algunas cadenas hoteleras cuando formulan preguntas como: ¿Qué tan satisfecho o insatisfecho estaba con su habitación de hotel y cena en su viaje?
Preguntas poco claras
Una buena pregunta de encuesta es una pregunta simple que es fácil de entender. Si tu encuestado tiene que pensar en la interrogante por más de unos segundos, probablemente sea difícil de entender. Si tu participante no puede entender la pregunta, no puede responderla honestamente. Debes usar un lenguaje simple y evitar clichés, abreviaturas, jergas, frases clave y coloquialismos. También debes evitar cualquier palabra percibida como potencialmente ofensiva. Por ejemplo, no escribas una pregunta como: ¿Su plan de Medicare incluye beneficios OTC? en una encuesta sobre un servicio médico, redacta la pregunta adecuadamente y luego entre paréntesis como referencia agrega la abreviatura. De esta manera vas a recibir una respuesta más precisa.
Preguntas negativas dobles
Cuando edites tu encuesta, ten cuidado con los dobles negativos que potencialmente podrían afectar la respuesta de tu encuestado. Por ejemplo, no hagas preguntas con un enunciado negativo como «No describas tu experiencia en detalle, sólo describela». En cambio, redactala en afirmativo «Describe tu experiencia «. La primera versión que utiliza el doble negativo podría dar a tus participantes la impresión de que no deberían describir su experiencia en detalle, que es lo contrario de lo que deseas, evita generar confusión en tus encuestados.
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